Modelos
aplicados en Educación para la Salud (EpS).
En
las dos últimas décadas ha surgido una tendencia a la
búsqueda de estrategias prácticas para el desarrollo de
intervenciones en EpS y Promoción de la Salud. De esta
tendencia han surgido diferentes Modelos cuyo objetivo es facilitar
la aplicación práctica de los conocimientos existentes
y servir como guía para la elaboración de programas y
actividades de intervención.
Simonds
(Salleras,1985) recoge en un artículo de revisión,
hasta 25 modelos teóricos diferentes procedentes de campos
tales como la Medicina, Ciencias de la Comunicación, la
Sociología... pero es la Psicología Social la
disciplina que aporta más información sobre las bases
científicas de la modificación de los comportamientos
de salud.
3.1.
Modelo PRECEDE.
Se
trata de uno de los modelos más conocidos y más
extendidos. Fue desarrollado por el Profesor Lawrence Green
(Universidad de British Columbia) y Cols (1980). En la actualidad se
conoce como Modelo PRECEDE-PROCEED.
P | Predisposing | P | Policy |
R | Reinforcing | R | Regulatory |
E | Enabling | O | Organizational |
C | Constructs | C | Constructs |
E | Educational | E | Educational |
D | Diagnosis | E | Enviromental |
E | Evaluation | D | Development |
Predisponer,
reforzar y permitir que se construyan diagnósticos y
evaluaciones educacionales y ecológicos.
Política
que regula y organiza constructos para el desarrollo educacional y
medioambiental.
El
modelo completo consta de nueve fases que pueden resumirse en cuatro
fases básicas:
Diagnóstico
de la situación.
Programación
de la intervención educativa.
Implementación
o ejecución de la acción educativa.
Evaluación.
Factores
predisponentes.
Son
factores internos que anteceden a la conducta. Constituyen la
principal fuerza motivacional. Entre ellos destacan: conocimientos,
actitudes, creencias, valoraciones, percepciones, variables
sociodemográficas...
Factores
facilitadores o capacitantes.
Anteceden
a la conducta. De forma aislada no implican la puesta en marcha de la
conducta. Entre ellos destacan: recursos del medio, accesibilidad,
legislación...
Factores
reforzantes.
Son
factores consecutivos a la conducta. Se relacionan con la percepción
de aceptación o rechazo. Destacan: beneficio, apoyo,
reconocimiento.
3.2.
Modelo FACILE.
Esta
propuesta se basa en un Modelo de Aprendizaje de la Conducta para a
partir de éste, proponer una Guía para la elaboración
de un Programa. La propuesta se basa en conceptos derivados de
distintas teorías como el propio Modelo PRECEDE, la teoría
de la adquisición de innovaciones de Rogers, la teoría
de las necesidades de Maslow, el modelo de aprendizaje de Gagné
o la Teoría de cambio de Kelman e integra las aportaciones de
distintas disciplinas para conseguir un marco de trabajo aplicado
(Rochon, 1991).
El
modelo se basa en que para adoptar una nueva conducta se han de
seguir una serie de pasos:
Estar
informado y estar interesado. El individuo debe, primero,
conocer la existencia de una conducta alternativa y además,
estar interesado en aprender algo sobre el tema.
Sentir
la necesidad de tomar una decisión. Una vez que conoce la
existencia de la nueva conducta, el individuo debe sentir la
necesidad de tomar una decisión personal sobre la misma.
Tomar
la decisión. En esta fase el sujeto recoge información
y analiza los pros y los contras de la nueva conducta; medita sobre
esa nueva conducta hasta llegar a tomar una decisión. Esta
decisión incluye el hecho de probar la nueva conducta, aunque
la postura final puede ser mantener la conducta anterior.
Probar
la nueva conducta.
Adoptar
la nueva conducta.
Interiorizar
la nueva conducta.
Partiendo
del proceso descrito, el autor elaboró una guía para
facilitar la realización de un proyecto de EpS. Esta guía
comprende seis fases consecutivas e interrelacionadas cuyas iniciales
forma la palabra FACILE:
F | Formar |
A | Análisis |
C | Consultas |
I | Identificar |
L | Llevar |
E | Evaluar |
3.3.
Modelo de Prochaska- Di Clemente.
En
1984, Prochaska y DiClemente (Prochaska 1984) formularon la hipótesis
de que los cambios de conducta siguen una serie de etapas más
o menos estandarizadas, tanto en los cambios espontáneos como
en aquellos que siguen a recomendaciones terapéuticas. Estas
etapas corresponden a lo que denominaron las etapas del cambio,
y pueden explicarse como una progresión a lo largo de un
proceso, que se inicia con una etapa de precontemplación,
continúa con una etapa de contemplación, seguida
de una etapa de preparación, y finaliza con las etapas
de cambio y mantenimiento.
La
precontemplación seria la etapa en la que el individuo
no se plantea la necesidad del cambio, mientras que en la etapa de
contemplación existe ya una intención de cambio,
que en términos operativos se suele establecer en la intención
de cambiar en los próximos seis meses. Este intervalo,
obviamente arbitrario, sería un plazo razonable más
allá del cual raramente hacemos planes de cambio, por lo menos
en relación a cambios de conducta. En líneas generales,
las personas en etapa de precontemplación pueden estar
desinformados o mal informados, o bien pueden sentirse incapaces para
el cambio, o no quieren ni planteárselo debido a razones
diversas. En general, se comportan de forma defensiva respecto a su
hábito presente y son muy resistentes a las presiones externas
al cambio.
La
contemplación seria la etapa en la que los individuos
están pensando seriamente en intentar el cambio de conducta en
los próximos seis meses. Los contempladores están
mucho más abiertos a la información sobre los riesgos y
consecuencias asociados al hábito que los precontempladores.
Sin embargo, muchas personas pueden permanecer en la etapa de
contemplación durante mucho tiempo.
Los
individuos en preparación están dispuestos a intentar
un cambio, y en consecuencia están planeándolo
seriamente para un futuro inmediato, normalmente en el plazo de un
mes. Normalmente los individuos en esta etapa han realizado ya algún
esfuerzo en la dirección del cambio. En el caso de los
fumadores, esto se traduce en haber realizado algún intento
previo que haya durado al menos 24 horas, o bien en ocasiones se ha
disminuido el consumo de cigarrillos.
La
etapa de acción corresponde abiertamente al momento del
cambio. En general, para definir operativamente esta etapa, se debe
permanecer en ella durante un tiempo; en el caso del tabaquismo se
suele considerar 24 horas como el periodo mínimo. Finalmente,
la etapa de mantenimiento sería la de consolidación del
nuevo hábito (en el caso de extinción de conductas, del
estado de abandono de la conducta), que necesita asimismo de un
período mínimo, establecido para el abandono del
tabaquismo en seis meses.
En
la siguiente tabla se describe la estrategia a adoptar en cada una de
las fases.
Modelo
| |
FASE | ESTRATEGIAS |
Precontemplación | -
|
Contemplación | -
|
Acción | -
|
Mantenimiento | -
|
Recaída | -
|
3.4.
Modelo de Acción para la Salud.
Este
modelo, derivado de las grandes teorías explicativas, es
propuesto por Tones a partir de su conceptualización de la
Promoción de la Salud como la interacción de las
políticas públicas de salud y la EpS (Tones, Tilford y
Robinson, 1990).
El
modelo se articula en torno a dos ejes: la intención
conductual y la elección en salud. Según el autor, la
intención conductual depende de tres sistemas: el sistema de
creencias, el sistema motivacional y el sistema normativo, a los que
habría que añadir además, el autoconcepto y la
autoestima. La combinación de estos sistemas determinaría
la fuerza con la que un individuo se enfrenta con una decisión
referente a su salud.
3.5.
El Mapping de Intervenciones.
El
Mapping de Intervenciones surge de la necesidad de una especificación
más explícita de los procesos por los que la teoría
y los descubrimientos empíricos se incluyen en el desarrollo
de intervenciones (Bartholomew, Parcel y Kok, 1998).
Las
características de este modelo pueden resumirse en:
Su
propósito es proveer a los encargados de planificar programas
y actividades de EpS con un marco para la toma eficaz de decisiones
en cada paso del desarrollo de la intervención.
Ofrece
un sistema para la integración de la teoría, los
hallazgos empíricos y la información recogida de la
población diana.
Presenta
analogías con el mapeo geográfico. Pretende capacitar
al planificador para descubrir relaciones, localizar destinos, o
planificar rutas.
Pretende
explicitar los pasos de la planificación para facilitar la
colaboración entre profesionales de distintas disciplinas y
experiencia.
Desde
este punto de vista el desarrollo de programas requiere una unión
entre un sistema de recursos (quienes desarrollan), un sistema de
usuarios intermediarios (quienes implementan), y un sistema de
usuarios finales (participantes en el programa).
Modelos
más relevantes según un estudio realizado en 24
revistas de Educación Sanitaria, Medicina y Ciencias del
Comportamiento (Glanz y colaboradores, 1997).
3.6.
Modelo de creencias en salud. (Health belief model).
Constituye
una de las aportaciones más importantes de la Psicología
Social en el área de la modificación de conductas.
Según
sus autores, Rosentock y Leventhal, el que una persona siga o no las
recomendaciones y/o terapéuticas está en función
de varias creencias:
La
susceptibilidad personal frente a la enfermedad que se pretende
prevenir.
La
gravedad probable (clínica o social) de esa enfermedad.
Los
beneficios potenciales de la medida preventiva recomendada.
Las
barreras o dificultades encontradas en la adopción de las
medidas (coste económico, molestias físicas o
emocionales, incomodidad, etc.)
El
modelo asume que las creencias y percepciones están
condicionadas por variables sociodemográficas, que ejercen
influencia a través de percepciones y motivaciones.
En
las revisiones del modelo se han incluido aspectos como la motivación
general sobre cuestiones de salud, la confianza general en el
profesional y en el sistema sanitario y las características de
la relación profesional-paciente.
Entre
las numerosas críticas que ha recibido, se encuentran que no
tiene en cuenta el medio ambiente físico y social donde vive
el individuo. El modelo no ha resultado del todo útil para
explicar conductas complejas como dejar de fumar o hacer ejercicio
físico.
3.7.
Modelo persuasivo-motivacional (modelo KAP).
Según
los defensores de este modelo, el conocimiento provoca un cambio de
actitud que mas tarde se traduce en la consecución de hábitos
de vida saludables. Para cambiar las actitudes, el mensaje educativo
debería llevar incorporado el componente motivacional
correspondiente.
El
modelo ha sido rechazado porque:
Los
receptores desarrollan mecanismos de defensa ante los mensajes que
hacen que éstos lleguen en pocas ocasiones a la fase de
cambio de actitud.
Los
cambios de conducta no siguen obligatoriamente a los cambios de
actitud. Esto es una condición previa y necesaria, pero no
suficiente (Green y Kapferer); las actitudes y las creencias están
a menudo en contradicción con las conductas (Salleras, 1985)
3.8.
Modelo cognitivo-social.
Fue
desarrollado por Bandura en 1977 a partir de la Teoría de
Aprendizaje Social.
La
conducta humana se explica como una interacción entre una
conducta dinámica, los factores personales (incluyendo las
cogniciones) y las influencias sociales.
El
modelo proporciona las bases para diseñar estrategias de
intervención. Incorpora elementos importantes:
Enfatiza
las diferentes fuentes a partir de las cuales se pueden adquirir las
expectativas (las propias experiencias, la observación, la
persuasión verbal, la autorregulación emocional)
Introduce
los conceptos de autocontrol y autoeficacia.
La
expectativa de resultado (outcome expectation) o creencia de que la
conducta va a derivar en un resultado deseado.
3.9.
Teoría de la acción razonada.
Fue
propuesta por Azjen y Fishbein a principios de los 80. En ella se
contempla el papel de los factores cognitivos. Esta teoría
permite expresar en términos matemáticos la relación
entre creencias, actitudes, factores normativos, interés y
práctica. El único antecedente inmediato de cualquier
conducta, según esta teoría, es la intención de
realizarla; esto implica que todo gira alrededor de la intención
y no de cualquier otro factor.
Aunque
en líneas generales se trata de un modelo bien aceptado por
diferentes autores, las críticas que ha recibido se basan en
que las intenciones y las conductas no siempre son congruentes y que
una persona no siempre hace lo que tiene intención de hacer.
3.10.
Modelo pragmático.
Se
trata de uno de los modelos más aceptado en la actualidad. Se
basa en que sus estrategias de intervención deben ir dirigidas
a la persona mediante comunicaciones persuasivas y motivadoras, y a
la vez incidir sobre el medioambiente físico, psicosocial,
sociocultural, socioeconómico, con el fin de convertirlo en
favorable al cambio de conducta que deseamos (Salleras, 1985).
Este
modelo incluye elementos procedentes de otros modelos teóricos
como el Modelo Persuasivo Motivacional y el Modelo de Creencias en
Salud.
Los
grupos sociales y sus líderes juegan un papel importante para
que se pueda producir el cambio de actitud previo al cambio de
conducta.
Existen
diversos modelos que atienden los enfoques de análisis de
conducta preventiva entre ellos aparece el propuesto por Weinstein
(1988) donde se refleja el proceso de adopción de precauciones
como una secuencia ordenada de etapas cognoscitivas ,
cualitativamente diferentes. Tal propuesta gira en torno al
desarrollo de las creencias y de las intenciones a través del
tiempo para conducir a la acción .
El
proceso de adopción de precauciones está conformado por
una serie de etapas, esta teoría de etapas sugiere: a) que las
personas se comportan de manera cualitativamente diferente en los
diversos puntos del proceso de adopción de precauciones y b)
que las clases de intervenciones y de información requeridas
para que las personas se aproximen más a la acción
varían de etapa en etapa (Weinstein , 1988 ) .
3.11.
El modelo de adopción de precauciones toma en cuenta para
hacer la caracterización de etapas, los siguientes factores:
1.
Susceptibilidad al riesgo : Es definida en términos de las
creencias de las personas acerca de una situación de riesgo, y
en ella se distinguen tres niveles: a) En el primer nivel las
personas aprenden que existe un riesgo, por lo cual se busca informar
sobre los riesgos y precauciones en general. b) En este nivel se
exploran los pensamientos, sentimientos , creencias y expectativas
acerca de la situación de riesgo y de la probabilidad de
ocurrencia para otras personas similares. c) Reconocimiento y
aceptación de la susceptibilidad personal.
2.
La severidad del riesgo, efectividad de la precaución y del
costo.
En
esta etapa se identifican niveles de creencia acerca de la severidad
del riesgo y de la efectividad de la precaución .
Cabe
anotar, primero, que la severidad del riesgo dentro de este proceso
busca la sensibilización frente a la gravedad de posibles
enfermedades. Por otra parte la efectividad de la precaución
es entendida como el proceso de reconocimiento y aceptación de
que determinada medida es efectiva en lo personal. Los niveles que
componen esta etapa son: a) Conciencia sobre la existencia de la
precaución; b) Creencia de que la precaución es
generalmente efectiva; c) Creencia de que la precaución sería
personalmente efectiva.
3.
Proceso de toma de decisiones: En esta etapa se decide modificar
problemáticas individuales y grupales a partir de la
aceptación de la presencia del riesgo y de la efectividad de
las precauciones, de acuerdo con el siguiente proceso:
-
Delimitar el factor de riesgo. Proponer alternativas de control a
este factor de riesgo.
-
Hacer un balance del costo-beneficio para cada una de las
alternativas propuestas.
-
Elección de la alternativa que representa mayor beneficio, y
por último la intención de actuar de acuerdo con los
pensamientos, creencias y expectativas para cada persona en
concordancia con el proceso llevado.
4.
Construcción y ejecución de los programas de cambio, en
esta etapa se formulan las estrategias necesarias para reducir o
eliminar los factores de riesgo al igual que el fortalecimiento de
aquellos elementos que permitan mantener una adecuada salud y
promocionarla, con el fin de mejorar la calidad de vida, a partir de
las propuestas generadas por los sujetos actuantes en el proceso,
traducido en acciones concretas y reales
Respecto
al Modelo de Adopción de Precauciones de Weinstein (1988) se
concluye que es una herramienta eficaz para trabajar procesos
individuales y como apoyo en procesos colectivos que se centren en el
desempeño del usuario como principal estrategia de cambio a
partir de un proceso educativo, ya que es un excelente conductor para
evaluar permanentemente el avance en el conocimiento de la realidad
de la población , como de las soluciones propuestas
implementadas y ejecutadas que responden en su orden a las preguntas
qué cambiar, cómo cambiar y que resultados se obtienen
al cambiar para mejorar las condiciones de vida